Msc. Carmen lópez
La humanidad está sufriendo una contingencia totalmente inesperada, que nos ha obligado a buscar alternativas para continuar en la medida de lo posible al menos las actividades educativas en todos los niveles.
Sin embargo, la gran mayoría de los docentes y autoridades escolares y académicas no se encuentran preparadas y acuden a lo que se tienen a la mano: búsquedas en internet y tareas que deben ser dirigidas por padres o representantes. Con cierta precaución, voy a utilizar una frase hecha: “la ignorancia es atrevida”, y lo hago por dos conversaciones recientes, la primera con una persona que ha dedicado su vida a la enseñanza de idiomas, y quisiera dar el paso de lo presencial a lo virtual, pero antes de descubrir todas las alternativas que se ofrecen, suelta la frase, quiero usar e-learning, pero es imposible enseñar idiomas de forma no presencial. Obviamente, desdeña uno de los métodos más recientes, que no solamente ha sentado bases en la enseñanza de idiomas, sino que ha establecido una nueva forma de hacer negocios. La segunda la escuché en una cola para ingresar al supermercado, donde un profesor de Comunicación Social, le explicaba a un transeúnte que era imposible, interactuar con sus estudiantes para la elaboración de guiones, en la cátedra que dicta en la universidad, sino lo hacía en un laboratorio especializado para tal fin.
En ambos casos, hay que conocer y comprender la dimensión total del e-learnig, con sus principios, características y herramientas, de manera que puedan desde diseños instruccionales, correctamente construidos obtener los resultados esperados. Nunca diremos que la virtual sustituya a lo virtual, pero en tiempos donde la interacción social presencial representa un peligro para la humanidad, pareciera que hay que repensar un poco sobre algunas posiciones.
He leído que los niños están en casa saturados de tareas, y es que hacer una sustitución instantánea no es lo deseable, pero como hemos dicho anteriormente, la contingencia, ha empujado a utilizar lo que se encuentre a la mano y la tecnología está allí.
Quizás valga la pena mirar un poco la propuesta que hacen Dr. Andrew Churches y Allan Carrington con la Taxonomía de Bloom para la Era Digital. Su propuesta conecta los postulados de la taxonomía de BLOOM con diferentes aplicaciones y herramientas disponibles con tecnología de manera de construir diseños instruccionales que permiten a los participantes mediante la utilización de estos medios, el alcance de los objetivos propuestos en los programas de estudios.
Se evidencia entonces, la necesidad de un cambio de actitud y aptitud hacia las facilidades ofrecidas por las TIC, de manera de desarrollar programas que con este apoyo, permitan conectar lo presencial y lo virtual, ya que esta contingencia será, sin duda alguna, el comienzo de una nueva etapa para la sociedad.